El Camino del Budo
Aunque el Camino del Budo es el camino de las artes marciales, no todos aquellos que las practican lo siguen, ni todas ellas pertenecen al Budo. Por eso nos adentramos en esta entrada a un mayor conocimiento de esta senda.
De dónde procede el Camino del Budo
El Budo se origina en el Bushido, que es el conocido código ético y social del samurái. Sin embargo, al desaparecer estos misteriosos personajes con el fin del feudalismo japonés, su código de honor quedó obsoleto.
No obstante, la práctica de las artes marciales en Japón sí que siguió adelante. Es más, era un fenómeno que no podía ser considerado como una mera forma de aprender defensa personal o estar en forma. En realidad, era una manera de formar el carácter y mantener vivos los valores del samurái, tanto en sentido espiritual como ético. Y dichos valores son los considerados como Budo.
En qué consiste el Camino del budo
El Camino del Budo es una senda que nos lleva a enfrentarnos a nosotros mismos. De este modo, hemos de buscar siempre nuestro camino, que es único. Para ello, hay que correr riesgos.
Por ello es una senda espiritual, que ofrece un sentimiento de pertenencia y de compartir. Porque pese a que cada uno ha de continuar por su propio camino, todos en el Budo están avanzando, cada uno en su dirección, únicos, pero a la vez como parte de una hermandad, de una filosofía, una forma de ser, unos valores y un sentido espiritual, o sea, un nivel superior de conciencia y disciplina.
El Shugyo
Precisamente hablando de la disciplina del Budo, hemos de recordar el Shugyo, es decir, dicha disciplina. Por ello este camino nos lleva a un sentimiento de realización mediante el esfuerzo, la constancia, el rigor y la falta de concesiones.
Por ello, quien quiera seguir el Budo, ha de adaptarse al camino, con sus durezas y alegrías, forjando su carácter a cada paso que da, aprendiendo de las experiencias personales y colectivas, y enfrentándose a uno mismo sintiéndolo con el corazón y el espíritu.
Imagen cortesía de Gérard Blaize