La espiritualidad del iaido

La espiritualidad del iaido es uno de los elementos que más atraen a los futuros practicantes de este arte marcial que se quieren introducir en sus secretos. Es algo normal, por eso queremos explicar los motivos y qué implican.

Qué es el iaido

Antes de seguir, sabes a qué nos referimos y qué se entiende por iaido? Expliquemos brevemente qué esta práctica que implica el arte marcial tradicional japonés del uso de la katana, o sea, la espada samurái.

Entre lo que se aprende cuando se practica iaido, encontramos artes como el uso de la espada japonesa para atacar, para cortar, para defender y para ejecutar cualquier maniobra con el sable, entiendo a la katana y al cuerpo que la blande como un todo, siempre juntos, en una simbiosis muy especial.

La espiritualidad del iaido, un arte muy especial

Dicha finalidad convierte al iaido en un arte marcial bastante particular, lleno de espiritualidad. Y es que, aunque el entrenamiento se centra en la simulación de combates frente a oponentes, muchas escuelas apuestan con fuerza por los katas llevados a cabo en solitario o en parejas, aunque generalmente se sigue esta segunda modalidad.

Un kata por pareja implica que, mientras uno actúa como atacante, el otro lo hace como defensor. En solitario, el practicante solo realiza los movimientos indicados, pudiendo ser atacante o defensor ante un contrincante imaginario.

En cualquier caso, ello nos lleva a sentir un aspecto muy espiritual del iaido, alcanzando niveles meditativos elevados. Muchos lo achacan a la estricta conciencia requerida para llevar a cabo de manera adecuada cada movimiento de la katana, logrando estilizar el cuerpo, la respiración, el agarre, la intención, el enfoque y la atención, estos últimos, además, conocidos en conjunto como zanshin.

Ya conoces un poco más qué es la espiritualidad del iaido. Si deseas practicarlo, ten por seguro que será una gran idea y que en nuestra tienda online encontrarás todo el equipo necesario para arrancar esta nueva aventura.

Imagen cortesía de Krys Amon