La evolución de la katana, la espada japonesa

Muchos creen que la espada japonesa fue siempre tal como la conocemos, con su característica forma curvada. Sin embargo, no es así. Por ello hoy vamos a conocer la evolución de la katana hasta ser el temible arma que hoy conocemos.

La evolución de la katana a lo largo de la historia

La espada japonesa como tal, llamada en su día ken, llegó a territorio del actual imperio del sol naciente desde China en el año 200 d.C. aproximadamente. Sin embargo, en su momento era forjada por los herreros del gigante asiático y después comercializada en terreno vecino.

No obstante, aquella primera espada japonesa, todavía china técnicamente, era recta y en bloque, muy similar a las que se usaran en Europa.

No fue hasta los siglos VI y VII que los herreros japoneses, y algunos chinos emigrados, comenzaron a forjar estas armas. Además, no solo se usaban para la batalla y lucha, también eran símbolo de poder, y un bonito adorno.

Contemporáneo a esta época, se desarrollan las primeras técnicas de combate en Oriente, lo que conlleva que el diseño de la espada original vaya evolucionando. Comenzaban los cambios en aquel arma recta, de tamaño medio, de doble filo y forjada en bloque.

Más allá del origen legendario de la katana, atribuido al herrero Amakuni, sí es cierto que esta época es cuando la ken clásica, en tiempos del emperador Mommu, comienza a evolucionar en una especie de espada doble.

No obstante, no es hasta el año 900 aproximadamente, cuando el prototipo de katana utilizado por los bushi, los guerreros japoneses de la época, ya era muy parecido al actual.

Aun así, su aspecto final se estableció definitivamente a finales del siglo XII, cuando la katana ya tenía la forma definitiva, idéntica a la actual, con un solo filo y la curvatura característica que la delata como un arma mortífera en manos sabias.

Imagen cortesía de Rodrigo_Amorim