Las palabras de los samuráis - Episodio 10
Shibata Katsuie y el asedio de Chōkōji
El episodio de hoy de la serie “Las palabras de los samuráis” está dedicado a una frase tan poderosa como dramática, pronunciada por Shibata Katsuie, uno de los generales más leales y orgullosos del clan Oda, durante el asedio del castillo de Chōkōji en 1570. Esta cita se distingue de las anteriores no solo por su solemnidad, sino también por el contexto excepcional en el que fue pronunciada: un momento de crisis extrema, donde cada gota de agua era vital y cada palabra podía decidir el destino de los hombres.
Según las fuentes más fiables, Katsuie estaba asediado por el clan Rokkaku. Las reservas de agua en el castillo estaban al límite, y la posibilidad de sobrevivir parecía desvanecerse. Fue entonces cuando Katsuie, consciente de que la moral de sus hombres era la clave para resistir, tomó una decisión radical: reunió a sus soldados, ordenó destruir los últimos recipientes de agua, y pronunció estas palabras memorables.
Cortar toda retirada
「水は土に還ったぞ 我らも土に還るまでじゃ」
“El agua ha vuelto a la tierra. Nosotros también volveremos a ella… cuando llegue el momento.”
En esta frase se condensan la conciencia de la muerte, la determinación de luchar hasta el último aliento y la aceptación serena del destino. El gesto de romper los últimos recipientes de agua fue simbólico: una elección consciente de romper todo vínculo con la rendición. Solo quedaba luchar y morir con honor.
La frase fue tan célebre que le valió a Shibata Katsuie el apodo de “Kamewari Shibata” (“Shibata el que rompió las vasijas”). Su espíritu se volvió leyenda: su ejército, inicialmente en desventaja, contraatacó con tal determinación que derrotó al enemigo y cambió el curso de la batalla.
En una época en la que la línea entre la vida y la muerte era siempre delgada, palabras como las de Shibata Katsuie no eran simples frases retóricas, sino verdaderos actos de fe en el bushidō, el código de honor del guerrero.
Aún hoy, siglos después, esta frase nos habla de la fuerza del sacrificio, del valor que nace de la aceptación y de la voluntad de luchar a pesar de todo.
En el próximo episodio, exploraremos otra máxima samurái, reflexionando una vez más sobre el espíritu con el que enfrentaban la vida y la muerte.