Las palabras de los samuráis – Episodio12
Uesugi Kenshin y el valor del giri en el Japón feudal
En el duodécimo episodio de nuestra serie dedicada a las palabras y los actos de los grandes samuráis, iniciamos un breve ciclo de dos artículos centrados en una figura clave del período Sengoku: Uesugi Kenshin, el “Tigre de Echigo”. Reconocido tanto por su talento militar como por su integridad moral, Kenshin fue un personaje singular. En este primer artículo, examinamos un testimonio representativo sobre su sentido de la justicia y la importancia que daba al concepto de giri (deber moral), incluso en una época donde predominaba la ley del más fuerte. La semana próxima, ofreceremos una segunda visión para completar el retrato de este notable daimyō.
Es cierto que el período Sengoku fue una era sangrienta en la que la violencia reinaba, pero también fue una época que dio a luz a muchas personalidades únicas. Entre ellas, una de las más singulares fue Uesugi Kenshin, conocido como el "Tigre de Echigo", un daimyō que, de forma inusual para su época, permaneció soltero toda su vida.
El elogio de un enemigo: testimonio de Hōjō Ujiyasu
El famoso episodio en el que Kenshin "envió sal" a su enemigo Takeda Shingen aún se recuerda hoy como un gesto noble. Incluso entre sus contemporáneos, su reputación moral era muy alta. Hōjō Ujiyasu, su rival por el control del Kantō, lo describió así:
“Takeda Shingen y Oda Nobunaga son hombres con dos caras; uno nunca sabe cuándo podrían traicionar. Pero Kenshin, una vez que hace una promesa, nunca faltará a ella, ni siquiera después de muerto.”
Kenshin mismo dijo lo siguiente sobre el sentido del deber (giri):
“Los generales evalúan a sus subordinados por su desempeño en el campo de batalla, pero destacarse en combate es algo natural para un samurái. Yo valoro más a quien mantiene la etiqueta y actúa con justicia.”
Dar prioridad al deber antes que a la gloria: Kenshin fue fiel a esta filosofía. Incluso en una era en la que "el poder era la ley", existieron hombres como él.
Uesugi Kenshin fue una figura poco común entre los señores de la guerra del período Sengoku: un hombre que colocó la justicia y la rectitud en el centro de su acción política y militar. En una época marcada por traiciones y luchas de poder, su lealtad al principio del giri sigue siendo un ejemplo de integridad. En el próximo episodio, exploraremos otro aspecto de su personalidad para comprender mejor qué lo convirtió en una leyenda.