Las palabras de los samuráis – Episodio6
Episodio 6 – Morir o vencer?
En el sexto episodio de nuestra serie, comparamos dos visiones opuestas del samurái: la de Miyamoto Musashi, que vivió como guerrero en una época aún marcada por la guerra, y la expresada en el Hagakure, escrito más de un siglo después por Yamamoto Tsunetomo, en un periodo de paz ya consolidada.
«El Bushidō consiste en aceptar la muerte.
Esta es la frase de apertura del Hagakure, obra escrita por el samurái del periodo Edo medio, Yamamoto Tsunetomo. En este libro, Tsunetomo afirma:
«Aceptar la muerte con pureza es lo que define a un samurái,
y eso es lo que lo diferencia de los que no lo son.
Esta concepción es la base del bushidō,
y se dice que ya estaba ampliamente difundida entre los guerreros desde la época Kamakura.
Sin embargo, también hubo samuráis con una visión completamente distinta.
Uno de los representantes más destacados de este pensamiento fue el maestro de la espada del periodo Sengoku, Miyamoto Musashi,
famoso por su estilo de dos espadas.
En su tratado “Gorin no Sho” (El Libro de los Cinco Anillos), Musashi escribe lo siguiente:
«Muchos creen que el bushidō consiste en vivir con la muerte siempre presente.
Pero incluso los monjes y las mujeres pueden enfrentarse a la muerte sin temor.
Conocer el deber, sentir vergüenza y elegir la muerte por voluntad propia
no es algo exclusivo de los samuráis.
Y añade:
«Entonces, qué es el camino del samurái?
Es vencer.
Vencer en los duelos, vencer en las batallas,
y ganar renombre por el bien del señor y de uno mismo.Este es el propósito del arte de la guerra,
y vivir para vencer: eso es ser samurái.
En el transcurso de un siglo, el ideal del samurái sufrió una transformación profunda. A principios del siglo XVII, hombres como Miyamoto Musashi vivían aún en un mundo donde el combate real, la estrategia y la victoria en el campo eran la medida de la virtud marcial. El valor del samurái se demostraba con la espada en la mano, en medio del caos de las guerras civiles. Pero tras la paz impuesta por los Tokugawa, con la última gran batalla librada en Osaka en 1615, esa realidad de sangre y polvo se volvió un recuerdo distante. Hacia 1710, con la redacción del Hagakure, el bushidō se había interiorizado: la muerte, antes un riesgo cotidiano, se convirtió en objeto de reflexión filosófica. Donde Musashi enseñaba a vivir para vencer, Yamamoto Tsunetomo predicaba el arte de morir con dignidad. Así, de guerreros prácticos, los samuráis pasaron a ser guardianes de un ideal, cada vez más alejado del campo de batalla.